¿Y si te dijera que el secreto para una piel más equilibrada, luminosa y resistente al estrés podría estar en una raíz siberiana o una planta de montaña?. Suena exótico, pero te prometo que no es solo otra moda en TikTok. Hoy hablamos de los adaptógenos, ingredientes que están revolucionando el skincare y que quizás ya estés usando sin saberlo. Desde cremas hasta sueros y mascarillas, cada vez son más las marcas que apuestan por estos superingredientes que vienen directamente del mundo vegetal… y del mundo wellness.

La primera vez que escuché sobre adaptógenos fue en un té antiestrés. Luego vi que estaban en cápsulas para dormir mejor, y de repente… ¡boom! también estaban en cremas. Así que me puse a investigar. ¿Qué hacen exactamente por nuestra piel? ¿Realmente funcionan o son puro marketing? Hoy te lo cuento todo con datos y ejemplos concretos
Los adaptógenos son sustancias naturales, principalmente hierbas y raíces, que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés físico, químico o biológico. El término fue acuñado en 1947 por el toxicólogo ruso Nikolai Lazarev, y aunque su uso es milenario en la medicina ayurvédica y tradicional china, es ahora cuando han empezado a conquistar el universo cosmético.
¿Y por qué están entrando tan fuerte en el skincare?
Porque al igual que el cuerpo sufre estrés, la piel también lo hace. La contaminación, la radiación UV, la luz azul, los cambios de temperatura, la falta de sueño… Todo eso genera estrés oxidativo, que acelera el envejecimiento. Los adaptógenos, al ser antioxidantes potentes y equilibrantes, ayudan a reforzar la barrera cutánea, calmar rojeces, controlar brotes y retrasar el envejecimiento visible.
Uno de los adaptógenos estrella es la ashwagandha, conocida como “ginseng indio”. Rica en withanólidos (unos antioxidantes muy potentes), ayuda a reducir los efectos del cortisol sobre la piel, lo que se traduce en menos inflamación, menos acné hormonal y mejor tono. También tenemos la rhodiola rosea, típica de Siberia, que protege las células frente al daño ambiental. Y no podemos olvidarnos del reishi, un hongo adaptógeno con propiedades calmantes e inmunoprotectoras, ideal para pieles sensibles o con tendencia a la dermatitis.
Lo más interesante es que, según estudios recientes, los adaptógenos no solo actúan como antioxidantes, sino que también pueden mejorar la función mitocondrial de las células de la piel, ayudando a que se regeneren mejor y mantengan su energía (sí, como si le dieras café a tus células). Un estudio publicado en Pharmaceuticals mostró que extractos de rhodiola ayudaron a aumentar la expresión de genes relacionados con la longevidad celular
Además, muchas marcas están formulando productos con adaptógenos no solo para pieles sensibles o reactivas, sino también para pieles mixtas y grasas. ¿Por qué? Porque al reducir la inflamación, también se regulan mejor las glándulas sebáceas. Es decir, menos grasa, menos granitos. Un buen ejemplo es el serum adaptógeno de Youth to the People, que combina reishi, ashwagandha y cúrcuma, y ha sido valorado como uno de los mejores sueros calmantes del 2024 por Byrdie y Allure.
¿Funcionan igual que un retinol o un ácido glicólico?
No. Los adaptógenos no son ingredientes activos con efecto exfoliante o renovador, sino ingredientes moduladores que preparan la piel para resistir mejor. Por eso, no esperes un cambio radical en 3 días, pero sí una piel que reacciona menos, se enrojece menos y se siente más fuerte con el uso constante.
Consejitos para usarlos bien
✨ Úsalos por la mañana y por la noche. Funcionan mejor cuando forman parte de tu rutina diaria.
✨ Combinan bien con activos más fuertes. Puedes usarlos con retinol, vitamina C o ácidos para compensar la irritación.
✨ Perfectos para pieles con rosácea o dermatitis. Son ingredientes calmantes por naturaleza.
✨ Busca fórmulas concentradas. Mejor si están entre los primeros ingredientes de la lista INCI.
✨ Paciencia y constancia. Los cambios reales se ven a medio plazo.
Además del rostro, ¡también están llegando a productos para el cuerpo! Cremas corporales con ginseng para piel apagada, brumas de adaptógenos post-depilación para calmar la piel, o incluso champús con tulsi (albahaca sagrada) para cueros cabelludos sensibles. La tendencia se está expandiendo porque tiene sentido: una piel menos estresada es una piel que envejece más lento.
Recomendaciones
💡 Si tu piel reacciona con facilidad, empieza con un serum o bruma facial con adaptógenos antes del maquillaje.
💡 Si usas activos potentes (como AHA, retinol o vitamina C), acompáñalos con una crema adaptógena para minimizar irritaciones.
💡 Si eres muy fan del “skincare minimal”, busca un producto multifunción que combine adaptógenos con otros ingredientes calmantes (como centella asiática, niacinamida o ácido hialurónico).
💡 Si estás estresada o duermes poco, prioriza estos ingredientes en tu rutina nocturna.
En resumen, los adaptógenos no son magia… pero casi. No prometen borrar arrugas de un día para otro, pero sí ayudarte a construir una piel más fuerte, resiliente y luminosa desde dentro hacia fuera. Es una visión más holística del cuidado de la piel que conecta el bienestar mental con el físico. Y eso, sinceramente, es el futuro de la cosmética.
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