Todo el mundo habla del retinol… pero ¿qué es eso del bio-retinol y por qué aparece cada vez más en los cosméticos
Recuerdo la primera vez que escuché la palabra retinol: fue en clases, nuestra profesora nos recomendó un podcast de una dermatóloga americana que hablaba de su rutina personal. Al principio, eso me sonaba a ciencia espacial. ¿Una molécula que rejuvenece la piel? ¿Que borra arrugas y mejora el acné? Yo solo pensaba: “¿Eso podría funcionarme?”. Spoiler: sí.

Ahora, con algo más de conocimiento (y más serums probados), te puedo contar que el retinol es uno de los ingredientes más estudiados y recomendados por dermatólogos. Pero no es para todo el mundo. De hecho, muchas pieles no lo toleran… y aquí es donde entra el famoso bio-retinol, una alternativa más suave, pero con efectos muy prometedores. Hoy te cuento todo sobre ellos, sus diferencias, cómo actúan, y sobre todo: ¿cuál te conviene a ti?
¿Qué es el retinol clásico?
El retinol es una forma de vitamina A que se ha usado durante décadas en dermatología. Pertenece a los retinoides, un grupo de compuestos que estimulan la renovación celular, promueven la producción de colágeno y reducen la pigmentación.
Al aplicarlo sobre la piel, el retinol se convierte en ácido retinoico, que es la forma activa que realmente trabaja en el núcleo de las células. El resultado: piel más lisa, más firme, menos manchas, menos granitos y poros más finos.
Pero… también tiene su lado difícil: puede causar irritación, descamación, rojez y sensibilidad al sol, sobre todo en las pieles más jóvenes o reactivas. Por eso muchas personas buscan alternativas vegetales o biotecnológicas que ofrezcan beneficios similares, sin tanta agresividad.
¿Qué es el bio-retinol?
Aunque suena súper tecnológico, el término bio-retinol no se refiere a un único ingrediente, sino a una categoría de activos de origen vegetal o biotecnológico que imitan los efectos del retinol sin ser retinol. Es decir, actúan de manera parecida, pero sin los efectos secundarios típicos.
Algunos de los bio-retinoides más conocidos son:
- Bakuchiol: derivado de la planta Psoralea corylifolia. Es el más famoso y estudiado. Tiene actividad antioxidante, antiinflamatoria y estimula la producción de colágeno.
- Bidens pilosa: extracto vegetal que también regula la renovación celular y mejora la textura.
- Algas y fermentos biotecnológicos: algunos laboratorios usan tecnología verde para crear ingredientes que activan los mismos receptores que el retinol.
Aunque no son idénticos, los estudios muestran que estos compuestos pueden mejorar arrugas, manchas y textura con mucha mejor tolerancia cutánea
¿Qué piel necesita cada uno?
🌱 1. Es mejor que uses el retinol clásico si tienes la piel grasa o con tendencias acnéicas, ya que regula el sebo y desobstruye el poro; también funciona si tienes la piel madura (si puedes soportarlo), vas a notar cambios notables.
🌱 2. Tu opción es el bio-retinol si tienes una piel sensible, ya sea con rosácea o muy reactiva; además, si eres una chica jovencita empezando en este mundillo, mejor comenzar con esta opción.
¿Y si los combino?
Sí, ¡puedes! Algunos productos incluso formulan retinol y bakuchiol juntos para aprovechar lo mejor de ambos mundos: eficacia + tolerancia. También puedes usar retinol por la noche y un bio-retinol por la mañana, siempre con protector solar.
Eso sí, nunca empieces con los dos a la vez si tu piel no está acostumbrada.
¿Cómo se integran en la rutina?
Retinol clásico:
- Usar solo por la noche.
- Empezar con una o dos veces por semana.
- Aplicar después de limpiar y antes de la crema hidratante.
- Acompañar siempre con un SPF alto durante el día.
Bio-retinol:
- Puede usarse día y noche.
- Ideal como suero antes de la hidratante.
- Apto para principiantes en cosmética activa.
Tips para usarlos sin dañar tu piel
- Empieza siempre con dosis bajas y días alternos.
- No los combines con ácidos fuertes en la misma rutina (AHA, BHA, Vitamina C pura).
- No olvides el cuello y el escote (sí, también envejecen).
- ¡Usa protector solar aunque esté nublado! El retinol te deja fotosensible.
No hay una opción “mejor” universal. Hay una mejor para ti, según tu piel, tus objetivos y tu tolerancia. El retinol es potente y transformador, pero requiere respeto. El bio-retinol es amable, versátil y perfecto para quienes quieren una piel bonita sin drama. Y en muchos casos… ¡la mezcla inteligente de ambos puede ser la solución más top!
¿Te ha pasado que te compras un retinol y te irrita? ¿O te da miedo probarlo? Cuéntamelo en comentarios, ¡te leo!
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