En un mundo donde cada vez somos más conscientes del impacto que tienen nuestras decisiones de compra, el término «cruelty-free« se ha convertido en un sello de calidad ética y un gran diferenciador dentro de la industria cosmética. Pero, ¿realmente todos los productos que dicen ser cruelty-free lo son? ¿O algunas marcas están aprovechando esta tendencia para hacer marketing engañoso? Hoy te voy a explicar cómo asegurarte de que un producto realmente cumple con esta etiqueta y cómo evitar caer en las trampas del greenwashing.

¿Qué significa que un producto sea cruelty-free?

Cuando hablamos de cosmética cruelty-free, nos referimos a productos que no han sido testados en animales en ninguna fase de su desarrollo, incluyendo ingredientes, fórmulas intermedias y el producto final. Es importante entender que este concepto no tiene nada que ver con si un producto es vegano. Un cosmético puede ser cruelty-free pero seguir teniendo ingredientes de origen animal como cera de abejas o colágeno marino.

Los productos cruelty-free apuestan por métodos alternativos de prueba, como cultivos de células humanas o modelos de piel sintética, que son más precisos y seguros que los experimentos en animales. La ciencia ha avanzado tanto que el testeo animal es innecesario en la cosmética actual, pero aún hay marcas y países que lo siguen permitiendo.

¿Qué dice la regulación en la Unión Europea sobre cosméticos cruelty-free?

Aquí viene una buena noticia: en la Unión Europea, la experimentación en animales para cosméticos está prohibida. Desde 2009, no se pueden testar en animales los ingredientes o productos terminados dentro del territorio europeo. Y en 2013, se prohibió también la comercialización de productos testados en animales, sin importar en qué país se hayan probado.

Esto significa que, en teoría, cualquier cosmético que compres dentro de la UE no ha sido testado en animales. Sin embargo, hay ciertos matices:

🔸 Algunos ingredientes pueden haberse testado en animales bajo otras regulaciones, como la ley REACH, que exige pruebas para evaluar la seguridad de sustancias químicas.
🔸 Marcas que venden en China continental: China exige pruebas en animales para ciertos cosméticos importados, lo que significa que muchas marcas cruelty-free en Europa pueden no serlo en otros mercados.

DATO IMPORTANTE: Desde 2021, China ha flexibilizado algunas de sus normas y ya no exige pruebas en animales para ciertos cosméticos de bajo riesgo, como cremas hidratantes o labiales. Sin embargo, sigue sin ser completamente cruelty-free.

¿Qué es el marketing verde o greenwashing?

El greenwashing, o «lavado verde«, es una estrategia de marketing que utilizan algunas empresas para aparentar ser más ecológicas o responsables de lo que realmente son. En el contexto cosmético, esto puede manifestarse cuando una marca destaca ciertos ingredientes naturales en sus productos o utiliza envases verdes y términos como «eco-friendly» sin que haya prácticas sostenibles reales detrás. Es una forma de engañar al consumidor haciéndole creer que está tomando una decisión más ética o saludable de lo que realmente es.

Cómo identificar el greenwashing en cosmética

Para no caer en las trampas del greenwashing, aquí van algunos consejos prácticos:

1. Busca certificaciones oficiales

Hay tres sellos de certificación cruelty-free en los que puedes confiar:

🔹 Leaping Bunny: Es el más estricto y exige que las marcas auditen a sus proveedores regularmente.
🔹 PETA Cruelty-Free: Fácil de reconocer, aunque sus estándares son menos rigurosos que Leaping Bunny.
🔹 CCF (Choose Cruelty-Free): Sello australiano con requisitos similares a Leaping Bunny.

Si un producto tiene alguno de estos sellos, es una buena señal.

2. Consulta listas actualizadas de marcas cruelty-free

PETA y Cruelty-Free International tienen bases de datos donde puedes verificar si una marca es cruelty-free o no. También hay apps como Bunny Free o Cruelty Cutter que escanean los códigos de barras y te dicen si el producto es libre de crueldad.

3. Investiga si la marca vende en China continental

Si una marca vende en tiendas físicas en China, es muy probable que realice pruebas en animales (a menos que sea un producto exento de testeo bajo la nueva regulación).

4. Pregunta directamente a la marca

Si tienes dudas, escríbeles un mensaje preguntando si testan en animales en cualquier parte del mundo. Las marcas cruelty-free suelen ser muy claras en su respuesta, mientras que las que no lo son suelen dar respuestas evasivas.

Desmitificando datos virales sobre productos cruelty-free

🔹 «Si se vende en la UE, es cruelty-free» → No siempre, algunas marcas aún prueban ingredientes bajo otras regulaciones.
🔹 «Un producto vegano es cruelty-free» → No necesariamente, puede no contener ingredientes de origen animal, pero haber sido testado en animales.
🔹 «Los productos cruelty-free son más caros» → Falso, hay marcas asequibles como Essence, Wet n Wild o The Ordinary que tienen certificaciones cruelty-free.
🔹 «Si es natural, no está testado en animales» → No tiene nada que ver. Muchos ingredientes naturales también pueden haber sido probados en animales en algún momento.

¿Cómo asegurarte de que un producto es realmente cruelty-free?

Para estar segura de que un producto es verdaderamente cruelty-free, sigue estos pasos:

  1. Busca certificaciones oficiales: Sellos como Leaping Bunny o PETA Cruelty-Free son indicadores confiables.
  2. Consulta listas actualizadas: Organizaciones como Cruelty Free International mantienen listas de marcas que no testean en animales.
  3. Comunícate con la marca: Si tienes dudas, no dudes en contactar directamente a la empresa y preguntar sobre sus políticas de testeo.
  4. Sé crítica con el marketing: No te dejes llevar por términos vagos o imágenes verdes. Investiga y toma decisiones informadas.

Cuando elegimos productos cruelty-free, estamos diciendo NO al sufrimiento animal y apoyando una industria más ética y responsable. Además, hoy en día hay métodos alternativos de prueba mucho más precisos y seguros que los experimentos en animales, por lo que no hay excusa para seguir permitiendo esta práctica.

Cada vez más personas están tomando conciencia y exigiendo cambios en la industria. Cuantas más personas elijamos cruelty-free, más presión habrá para que todas las marcas abandonen las pruebas en animales.

Ahora que ya sabes cómo diferenciar un producto cruelty-free real de uno que solo usa marketing engañoso, puedes tomar mejores decisiones de compra. ¡Recuerda que tu dinero es tu voto y que cada compra cuenta!

¿Ya revisaste tus productos de skincare y maquillaje? ¿Cuáles de tus favoritos son cruelty-free? ¡Déjamelo en los comentarios!

Referencias


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